24 febrero 2015

Prevención de riesgos


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La electricidad es una fuente de energía que está presente en la vida cotidiana de todos y en casi cualquier actividad laboral mecánica. Se trata de un elemento peligroso a cuyo contacto estamos expuestos, del que especialmente los profesionales deben protegerse mediante una serie de cuidados o medidas de prevención referentes principalmente a la manipulación y al montaje de instalaciones. 

Se pueden dar dos tipos de contactos: directos, con algún conductor de la electricidad; o indirectos, a través de alguna superficie conductora en contacto con el circuito eléctrico. Para evitar los contactos directos simplemente no hay que tocar el conductor con corriente y, en la medida de lo posible, recubrirlo siempre con algún material aislante. Para evitar los contactos indirectos, es necesario que las máquinas en sí tengan una toma de tierra. Hoy en día, cualquier electricista industrial debe pasar un curso de prevención de riesgos laborales a fin de conocer este tipo de precauciones y evitar cualquier accidente eléctrico.